Estima la probabilidad que los clientes tengan un mal comportamiento de pago de acuerdo con las definiciones de buenos y malos clientes que tenga la entidad.
Utiliza toda la información que disponga la entidad en cuanto a variables socio-demográficas del cliente (edad, estado civil, personas a cargo, profesión, tipo de actividad, por ejemplo si es asalariado, independiente, pensionado, etc), y las características del crédito solicitado tales como cuota inicial en crédito de vehículo o hipotecario, plazo y tipo de amortización solicitado, etc.
Determina el perfil de riesgo fácilmente
Utilizar la información histórica de los clientes de crédito es fundamental para el éxito de las empresas. Determinar el perfil de riesgo de los nuevos solicitantes de crédito le permite a la entidad establecer las debidas condiciones para asumir estos riesgos atendiendo las metas en materia de rentabilidad.